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Espolón calcáneo o fascitis plantar: diferencias, síntomas y cuál es tu verdadero problema

Cuando aparece dolor en la planta del pie o en el talón, una de las preguntas más comunes es: ¿tengo espolón calcáneo o fascitis plantar? Aunque ambas dolencias pueden causar síntomas similares, no son lo mismo, y un buen diagnóstico es fundamental para aplicar un tratamiento adecuado y evitar que el dolor se cronifique.

En este artículo vamos a explicar de forma clara y detallada en qué se diferencian estas dos patologías, cómo saber cuál estás sufriendo realmente y qué opciones existen para tratar el problema de fondo, sin depender únicamente de soluciones superficiales.

¿Qué es la fascitis plantar y por qué causa dolor en el talón?

La fascitis plantar es una inflamación o irritación de la fascia plantar, una banda de tejido fibroso que recorre la planta del pie desde el talón hasta los dedos. Su función es dar soporte al arco del pie y absorber el impacto durante la marcha.

Cuando esta fascia se sobrecarga, se microlesiona y entra en un estado inflamatorio que produce dolor, especialmente:

  • Al dar los primeros pasos por la mañana
  • Después de estar mucho tiempo sentado
  • Tras caminar o estar de pie durante periodos prolongados

El dolor suele estar localizado en la parte interna del talón, aunque puede irradiarse hacia el centro del arco plantar.

¿Qué es el espolón calcáneo y cómo se diferencia de la fascitis plantar?

El espolón calcáneo es una calcificación ósea que se forma en el hueso del talón (calcáneo), justo en el punto donde la fascia plantar se inserta. Es el resultado de una tracción prolongada y excesiva de la fascia sobre el hueso, que estimula al cuerpo a generar más tejido óseo como mecanismo de defensa.

No todas las personas con fascitis desarrollan espolón, pero muchos casos de espolón se producen tras una fascitis no tratada correctamente. De hecho, el espolón calcáneo puede existir sin provocar dolor.

La gran diferencia es que:

  • La fascitis plantar es un proceso inflamatorio de tejido blando
  • El espolón calcáneo es una deformación estructural del hueso

Y el dolor puede estar presente en uno, en otro, o en ambos.

¿Cómo saber si el dolor es por espolón calcáneo o por fascitis plantar?

Ambas patologías comparten algunos síntomas, pero existen matices que pueden ayudarte a diferenciarlas:

Características del dolor en la fascitis plantar

  • Dolor agudo al levantarse por la mañana
  • Molestias tras periodos de inactividad
  • Empeora con el uso excesivo del pie
  • Se siente más como un dolor punzante en la planta del pie

Características del dolor por espolón calcáneo

  • Dolor más localizado en el centro del talón o en la parte posterior
  • Sensación de tener un “clavo” o “piedra” al apoyar el talón
  • Dolor que puede persistir incluso con el reposo
  • A veces, el dolor aparece en personas que ya trataron una fascitis

Para confirmar el diagnóstico, suele ser necesaria una radiografía. En ella puede verse claramente la presencia o no del espolón óseo.

¿Puedo tener fascitis plantar y espolón calcáneo al mismo tiempo?

Sí. De hecho, en muchos casos ambos problemas están relacionados. Cuando la fascitis plantar no se trata adecuadamente y se cronifica, es común que con el tiempo aparezca un espolón calcáneo por el exceso de tracción continua sobre el hueso.

En estos casos, el tratamiento debe tener en cuenta ambas estructuras: el tejido blando inflamado y la calcificación ósea.

¿Qué tratamientos suelen indicarse para cada uno?

Tratamiento convencional de la fascitis plantar

  • Estiramientos específicos del pie y gemelos
  • Aplicación de frío local
  • Reposo y descarga del pie
  • Uso de plantillas o taloneras
  • Antiinflamatorios no esteroides (AINEs)

Tratamiento habitual del espolón calcáneo

  • Plantillas personalizadas para modificar la pisada
  • Fisioterapia para mejorar la elasticidad de la fascia
  • Infiltraciones con corticoides en casos agudos
  • Cirugía solo en casos muy crónicos o severos

Sin embargo, en muchos casos, estos tratamientos se centran únicamente en el síntoma y no en el origen del problema, lo que puede hacer que el dolor vuelva a aparecer meses después.

¿Por qué el dolor puede persistir pese a seguir el tratamiento convencional?

Una de las razones más frecuentes por las que el dolor del espolón o de la fascitis plantar no mejora o vuelve a aparecer es que se está abordando de forma superficial. Se busca calmar el dolor sin preguntarse por qué ha aparecido esa inflamación o calcificación en primer lugar.

Entre las causas profundas más frecuentes encontramos:

  • Estrés emocional mantenido que altera el sistema nervioso y muscular
  • Malos hábitos alimentarios que generan un estado proinflamatorio
  • Disfunción de órganos internos como el hígado o la vesícula biliar
  • Tensión postural crónica debida a conflictos emocionales no expresados

Estos factores no se abordan con una plantilla ni con un antiinflamatorio, y sin embargo, tienen un impacto directo en la evolución de estas dolencias.

¿Qué enfoque terapéutico puede ayudar a resolver el problema de fondo?

Para tratar de forma eficaz una fascitis plantar o un espolón calcáneo, es necesario adoptar un enfoque más completo, que tenga en cuenta:

  • La biomecánica del pie y de toda la pierna, con ejercicios adaptados
  • La alimentación, como herramienta para reducir la inflamación
  • La gestión del estrés y de las emociones que puedan estar relacionadas
  • El funcionamiento visceral, especialmente el de hígado, intestino e incluso riñón, ya que su alteración puede reflejarse en el tejido fascial del pie
  • El uso de fitoterapia y micronutrientes que favorezcan la regeneración

Este tipo de tratamiento integral es el que proponemos en nuestro programa online para el dolor del espolón calcáneo, que también aborda la fascitis plantar desde una perspectiva global, sin necesidad de recurrir a métodos invasivos.

¿Cuándo debo sospechar que mi dolor tiene causas internas o emocionales?

Si llevas semanas o meses con dolor en el talón, ya has probado plantillas, ejercicios o incluso fisioterapia convencional sin grandes resultados, es probable que haya factores más profundos implicados.

Algunas señales de que el problema puede tener una raíz interna o emocional:

  • Dolor que se alivia por un tiempo y luego regresa
  • Dolor que cambia de intensidad según el nivel de estrés o el estado de ánimo
  • Molestias que se agravan en momentos de tensión emocional
  • Antecedentes de conflictos importantes no resueltos en tu vida

Cuaado se reconoce esta dimensión del problema, el tratamiento puede ajustarse y ofrecer resultados más duraderos.

¿Qué resultados se pueden esperar con un enfoque más completo?

Las personas que han tratado esta dolencia con un enfoque integrador reportan:

  • Disminución progresiva del dolor
  • Mejor tolerancia a caminar o estar de pie
  • Reducción de la inflamación sin necesidad de fármacos
  • Mayor sensación de bienestar general
  • Menos recaídas o aparición de otros dolores asociados

Esto se consigue al entender el cuerpo como un sistema interconectado y no como una suma de partes independientes. Cuando se atienden las causas reales, el cuerpo tiende a autorregularse y el dolor desaparece sin necesidad de intervenciones agresivas.

Entender tu verdadero diagnóstico es el primer paso para resolver el dolor

Confundir un espolón con una fascitis plantar o viceversa puede llevar a errores en el tratamiento. Pero incluso con un buen diagnóstico, si no se atiende la raíz del problema, el dolor puede mantenerse o volver a aparecer.

Si buscas una solución más profunda, te invitamos a conocer el programa online para el tratamiento del espolón calcáneo, que también te ayudará si tu diagnóstico es fascitis plantar. Es un abordaje integral, que puedes realizar desde casa, con herramientas prácticas y una visión global del origen de tu dolor.

Mayo 20, 2025

Mayo 20, 2025

Iñigo Junquera